Cuídate del orgullo

jueves, 21 de octubre de 2010


Mat 11:29  Llevad mi yugo sobre vosotros,  y aprended de mí,  que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas;

Manso y humilde de corazón, asi se define el Señor,  manso es una persona de naturaleza apacible,  tranquila, y la humildad  caracteriza a alguien que  no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo.

Dice la palabra del Señor aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, por lo tanto nadie nace manso y humilde,  sino que estos rasgos del carácter  se adquieren y aprenden a través del tiempo.

Así como podemos llegar a ser mansos  y  humildes , también nos podemos convertir en personas orgullosas, soberbias, altivas y rebeldes.

Nada nos perjudica más que una actitud de este tipo, quizás por un tiempo podamos imponer caprichos, opiniones y salirnos con la nuestra, pero la experiencia nos enseña que inexorablemente la persistencia de este comportamiento nos traerá mas  penas , conflictos  y frustraciones que otra cosa.

Cuantos ministros de renombre en su tiempo fueron ungidos y utilizados grandemente por el Señor, sin embargo poco a poco se olvidaron que la causa primaria de su poder era el Señor Jesucristo  y confundiéndose se dejaron llevar a un engreimiento espiritual tan marcado que produjo al final  su caída.

Muchísimas veces en nuestras  vidas el Señor tiene que utilizar el sufrimiento para moldearnos y mantener nuestros ojos en el cielo, nuestras rodillas en el piso y nuestros pies bien en la tierra.
Con el apóstol Pablo no fue diferente, leemos en 2 de corintios……..

2Co 12:1  Ciertamente no me conviene gloriarme;  pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
2Co 12:2  Conozco a un hombre en Cristo,  que hace catorce años  (si en el cuerpo,  no lo sé;  si fuera del cuerpo,  no lo sé;  Dios lo sabe)  fue arrebatado hasta el tercer cielo.
2Co 12:3  Y conozco al tal hombre  (si en el cuerpo,  o fuera del cuerpo,  no lo sé;  Dios lo sabe),
2Co 12:4  que fue arrebatado al paraíso,  donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

Recibió tal revelación, tal fue su privilegio,  que el confiesa que pudiera haberse gloriado, es decir llenado de orgullo, sin embargo lo enuncia y dice NO ME CONVIENE GLORIARME.
Dios conoce nuestra naturaleza y previniendo que Pablo pudiese dejarse llevar por el orgullo y la soberbia le mando un aguijón en la carne como el mismo lo confiesa.

2Co 12:7  Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente,  me fue dado un aguijón en mi carne,  un mensajero de Satanás que me abofetee,  para que no me enaltezca sobremanera;

Mucho se ha escrito sobre la naturaleza de este aguijón, por hoy nos conformaremos pensado que era una aflicción física, por eso declara que era en su carne,   le producía un sufrimiento que le recordaba su naturaleza y lo mantenía humilde , tuvo una aflicción extrema que lo acompaño el resto de sus vida.

 ¿Será que Dios utiliza el sufrimiento para moldear nuestro carácter y colocarnos en perspectiva?,.... cuando leemos la historia de Pablo todo apunta a que asi es, ….si me permites un consejo es mejor aprender a tiempo del Señor su humildad y mansedumbre no vaya ser que Él nos matricule en la escuela de Pablo.

Pro 16:18  Antes del quebrantamiento es la soberbia,
Y antes de la caída la altivez de espíritu