Gente como tu....y yo

lunes, 20 de febrero de 2012


La Biblia no es una colección de fabulas ni un relato de la vida de personajes extremadamente piadosos.

Quizás si hubiésemos querido escribir un libro que sirva de inspiración y ejemplo para los que sigan las enseñanzas de Jesús, jamás hubiésemos incluido en sus paginas personajes como los que siguen:

David legendario exterminador de gigantes, no pudo con la lujuria tenia tantas esposas que quizás ni   se acordaba el nombre de cada una de ellas.

Moisés quien llevado por su mal genio no dudo en volverse asesino. Sansón , transito muchas veces en el camino del pecado y que decir de Tomas, tenia mas dudas e interrogantes que el mas dubitativo de nuestros hermanos actuales.

Pedro mas rápido con la lengua que con el testimonio, le prometió fidelidad al Señor y le negó tan pronto le apretó la sandalia….y así podríamos recordar a muchísimos personajes cuyas vidas están reflejadas en los escritos del Espíritu Santo.

Asi que al leer detenidamente la Biblia no esperes encontrar santurrones y piadosos hombres y mujeres, mas al  contrario desfilaran a tu vista gente común y corriente con sus luces y sus sombras, gente que por efecto del amor de Dios transito del camino equivocado hasta encontrarse en la senda que le mando su Señor, gente real , gente como tu y yo.

¿Te atormenta la lujuria?....... también le persiguió a David.

¿La duda es tu compañera día a día?.... pregúntale a Tomas si lo sabrá el.

¿La firmeza no es una de tus cualidades?..... acércate a Pedro, la roca que se desintegro ante una fugaz persecución.

¿No puedes controlar tu ambición por el dinero?..... acuérdate de Mateo, no dudaba en esquilmar a  sus propios hermanos de raza.

Escribo estas líneas no para que te consueles justificando alguno de tus errores, al contrario cuanto deseo que nuevas fuerzas vengan a tu vida…si Dios pudo con tanto personaje problemático narrado en la Biblia seguramente saldrá airoso y enderezara nuestros caminos….


Fil 1:3  Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,
Fil 1:4  siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,
Fil 1:5  por vuestra comunión en el evangelio,  desde el primer día hasta ahora;
Fil 1:6  estando persuadido de esto que el que comenzó en vosotros la buena obra,  la perfeccionará hasta  el día de Jesucristo;