De
pronto te ocurre, te dejan, ya no te quieren, la rutina mato la relación ,….
peor aun, hay otra persona…para el caso es lo mismo…la realidad es que estas solo
o sola y el dolor te taladra.
Hay
un tremendo vacío, tenias un amor…. ya no lo tienes , lo peor es que piensas en
esa persona día tras día , la idealizas y la ansiedad por volverla a ver te
consume. El teléfono suena y te desesperas porque sea del numero que esperas y
si no suena lo miras una y otra vez esperando por lo menos un mensaje .
Las
preguntas sin respuesta rondan tu cabeza , son muchos los parientes, allegados
y amigos que intentan ayudarte con buena intención , sus palabras son… “Hay un
gran numero de personas que no conoces y que
te están esperando”, “No valía la pena no te merece”, “No supo
valorarte aun eres muy joven” y otros comentarios similares …sin embargo
cuando vuelve la soledad te das cuenta que todo es vano…
La
verdad es que en la mayoría de los casos si ahora estas sufriendo , lo que te
espera será aun peor .
Es
un periodo duro del cual muchas veces pensaras que no podrás salir , a un pequeño
avance podrá seguir una recaída que te hará sentir aun peor.
Que
hacer, como enfrentar la pena ……
Las Biblia nos habla de esto….
Sal 27:10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
Si bien la palabra se refiere a un abandono de los progenitores,
podemos aplicarla también a que hacer
cuando nos sentimos dejados, abandonados, desechados por un esposo o esposa un enamorado o enamorada….
Como enfrentar esta situación…-si me permites un consejo-.
descansa , medita, vuelve a valorarte y
lo mas importante…entrega todo a los pies de nuestro Padre celestial…con todo y a pesar
de todo el nos cobijara.
Las realidad de su
perfecto amor y consuelo son nuestro mejor refugio en tiempos de angustia….no
hay nada mejor para un cristiano que cobijarse en los brazos de su Padre el
cual sanara las heridas y nos restaurará
Si
haces esto encontraras consuelo, volverás a ser feliz y recuperaras tu vida…
Salmo 18.1
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Sal 18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.