Es muy fácil repetir
constantemente que todo lo podemos en Cristo, sin embargo en nuestra vida
cotidiana, nos olvidamos de esta porción
de la Escritura y ponemos nuestra confianza en tradiciones, costumbres o frases
aprendidas.
La Biblia nos dice
que los siete hijos de Esceva, pensaron
que habían descubierto la formula para echar fuera demonios ……
Hch 19:11 Y
hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,
Hch 19:12 de
tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su
cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.
Hch 19:13
Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el
nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os
conjuro por Jesús, el que predica Pablo.
Hch 19:14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío,
jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
Hch 19:15
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es
Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
Hch 19:16 Y
el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y
dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa
desnudos y heridos.
Hch 19:17 Y
esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y
tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.
Emplearon el nombre
apropiado...... JESUS añadieron un énfasis....EL QUE PREDICA PABLO….
Pensaron que lo estaban haciendo bien, pero
el demonio no salió y al contrario, salto sobre ellos y los domino,
entonces tuvieron que huir desnudos y heridos .
Utilizaban una frase aprendida..... PERO NO TENIAN LA RELACION
CORRECTA con Cristo
Cuantas veces
repetimos mecánicamente formulas, frases escuchadas y memorizadas para intentar
ministrar sanidad divina, liberar a
cautivos del demonio y muchas otras cosas mas sin resultados….
Si el Señor
Jesús no es el que provoca los milagros y liberaciones, en vano nos
esforzaremos en hacerlo por cuenta propia,
Si no tenemos una relación y comunión con el Señor, el pretender
ejercer autoridad en el mundo espiritual por nosotros mismos, será una perdida
de tiempo , un autoengaño y defraudaremos a los que esperan una
manifestación sobrenatural del poder
divino del Señor Jesucristo.
Jua 15:5 Yo
soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.