Cansancio

domingo, 18 de julio de 2010


He visto a grandes atletas después de una larga carrera, caer desfallecidos por el cansancio físico, algo normal y esperado ante un esfuerzo importante aun en atletas altamente entrenados, sin embargo sin entrar en ninguna competencia deportiva ni realizar maratónicas marchas , muchas personas hoy están sufriendo lo que la ciencia medica ha denominado fatiga crónica, que es un agotamiento fuerte y prolongado (fatiga) que no se alivia con el descanso y no es causado directamente por otras enfermedades.
Entre los factores que pueden desencadenar esta enfermedad están considerados la edad, una enfermedad previa, el estrés, el medio ambiente o la genética.
Es que el modo de vivir moderno nos ha llevado a vivir tensionados constantemente, preocupados por  cubrir cada vez mas y mas necesidades inventadas por la industria y el comercio modernos, hay metas que alcanzar , puestos que arrebatar, títulos que lograr, posiciones que defender y reconocimientos que encontrar. Sin llegar al extremo de ser víctimas del síndrome de fatiga crónica, estamos cansados, tenemos el cuerpo cansado,  la mente cansada. y lo que es peor tenemos el alma cansada, ese tipo de cansancio que poco a poco nos doblega y se convierte en hastío.
Es cuando necesitamos ayuda , aunque no la pidamos, ni tengamos intención de hacerlo.
Hemos dejado fuera de nuestro caminar a Dios, nos hemos dedicado cada vez con mas ahínco a tratar de conseguir nuestros objetivos por nuestros propios medios y en nuestra propia fuerza y confiamos mas en nuestros brazos,  crónicamente andamos fatigados, cansados y hastiados  olvidándonos de la advertencia bíblica que dice:
Jer 17:5  Así ha dicho Jehová:  Maldito el varón que confía en el hombre,  y pone carne por su brazo,  y su corazón se aparta de Jehová.
Jer 17:6  Será como la retama en el desierto,  y no verá cuando viene el bien,  sino que morará en los sequedales en el desierto,  en tierra despoblada y deshabitada.

Mas al advertirnos de los males que nos vendrán como consecuencia de haber dejado a Dios fuera de nuestros planes nos plantea la respuesta

Jer 17:7  Bendito el varón que confía en Jehová,  y cuya confianza es Jehová.
Jer 17:8  Porque será como el árbol plantado junto a las aguas,  que junto a la corriente echará sus raíces,  y no verá cuando viene el calor,  sino que su hoja estará verde;  y en el año de sequía no se fatigará,  ni dejará de dar fruto.
 Volvamos a creer que hay un Dios que es nuestro Padre, que se mueve por encima de las circunstancias, que aunque nos rodee la oscuridad de los problemas y ansiedades El todavía tiene el control. Si volvemos a entregarle nuestras cargas, seguramente superaremos el cansancio la fatiga y el hastío.

Isa 40:28  ¿No has sabido,  no has oído que el Dios eterno es Jehová,  el cual creó los confines de la tierra?  No desfallece,  ni se fatiga con cansancio,  y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Isa 40:29  El da esfuerzo al cansado,  y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Isa 40:30  Los muchachos se fatigan y se cansan,  los jóvenes flaquean y caen;
Isa 40:31  pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;  levantarán alas como las águilas;  correrán,  y no se cansarán;  caminarán,  y no se fatigarán.

Fernando Camacho