Venciendo el temor

martes, 15 de junio de 2010



Temor, miedo, ansiedad son palabras que describen situaciones muy familiares para la vida de todos nosotros.

Una enfermedad súbita, una pérdida de empleo, un recrudecimiento de la gripe que en varios casos el año pasado resulto mortal, el calentamiento global , la incertidumbre económica etc. etc. podríamos llenar hojas y hojas con situaciones que nos llenan de temor, miedo y aflicción dia a dia.

El evangelio de Mateo nos cuenta un episodio muy singular que tiene que ver con el temor y el miedo..

Mat 8:23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.

Mat 8:24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.

Mat 8:25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!


Los discípulos, Mateo incluido obedientemente siguieron al Señor, mas el premio no fue un tiempo maravilloso, un paisaje estupendo, sino todo lo contrario, una terrible tempestad que los lleno te terror. Sin embargo en medio de la tormenta el estaba presente y calmo la tempestad no sin antes decirles:


Mat 8:26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.

En el evangelio de Juan el Señor nos advierte y anima a la vez

Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.


La vida cristiana no es siempre un pasaporte a la tranquilidad y a una vida libre de preocupaciones y temores, nosotros los cristianos, también nos enfermamos, enterramos parientes . luchamos con adicciones ,nuestros hogares muchas veces tambalean, no pocas veces a la alegría de convertirnos y seguir al Señor se añade casi inmediatamente el rechazo y el mal trato de nuestros seres queridos mas cercanos.

No es la falta de problemas, aflicciones y temores lo que distingue a los cristianos, sino a quien encontramos en medio de nuestras tormentas , al Señor Jesucristo .

Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.


Fernando Camacho Guerra